Frases de Mario Benedetti
A lo largo de toda su trayectoria, el escrito uruguayo Mario Benedetti nos ha dejado frases inolvidables sobre las decisiones que tomamos en nuestra vida, sobre el arrepentimiento y también sobre el amor, como no podría ser de otra forma. En este artículo hemos hecho una selección con las frases que mas nos han gustado, espero que te gusten.
Frases de Mario Benedetti
- Algunas cosas del pasado desaparecieron pero otras abren una brecha al futuro y son las que quiero rescatar.
- Cuando los odios andan sueltos, uno ama en defensa propia.
- Sus labios eran una caricia necesaria, cómo podía haber vivido hasta ahora sin ellos.
- Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que sale del corazón.
- Una confesión: la soledad ha dejado de herirme.
- Contra el optimismo no hay vacunas.
- Necesito no caer en el remoto riesgo de necesitarte.
- Hay pocas cosas tan ensordecedoras como el silencio.
- La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar.
- Un pesimista es solo un optimista bien informado.
- Yo no sé si dios existe, pero si existe, sé que no le va a molestar mi duda.
- Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas de pronto cambiaron todas las preguntas.
- Cada vez que te enamores no expliques a nadie nada, deja que el amor te invada sin entrar en pormenores.
- A veces me siento infeliz sin un motivo concreto.
- Qué bueno que tengas el valor de ser distinto y no sucumbas al poder unánime.
Frases de Mario Benedetti con significado
En realidad, sólo existe la dirección que tomamos, lo que puede haber sido ya no vale.
¿Cuántas veces nos hemos encontrado ante la necesidad de tomar una decisión importante? Seguro que alguna te viene a la cabeza mientras lees esta frase de Benedetti, pero hay que hacerle caso y simplemente dejar de plantearnos diferentes escenarios. Una vez que tomamos una decisión (o una dirección según su frase), tenemos que ser firmes y dejar de mirar hacia atrás porque solo nos va a llenar de arrepentimientos y de montar películas en nuestra cabeza que no existen. Porque cuando nos imaginamos ese cambio de trayectoria, nuestra mente tiende a pintarlo todo mucho más bonito de lo que realmente hubiera sido, por ello con el paso del tiempo romatizamos con la idea de haber tomado ese otro camino, pero la verdad es que esa imagen que tenemos no es real. Lo único que vamos a conseguir mirando tanto hacia atrás con remordimiento es torturar nuestro presente y condicionar nuestras futuras decisiones.
Después de todo, la muerte solo es un síntoma de la vida
Esta frase es muy estoica sin duda. En este caso Mario Benedetti hace referencia al famoso memento mori de Marco Aurelio, donde se nos recuerda que la vida es finita y que la muerte es inevitable. Pero esta realidad aparentemente tan cruda y dura de asimilar es en realidad una bendición ya que nos recuerda cada día que la vida es finita y hay que sacarle el máximo provecho posible, porque solo tenemos una y en el momento en que morimos se acaba. Por eso mismo, después de todo, la muerte solo es un síntoma de la vida. Aprovecha tu vida, no te la tomes tan en serio y haz las paces contigo mismo, vive tu vida con tranquilidad y con la certeza de que en cualquier momento puede ser arrebatada de tus manos. Solo entonces aprenderás a disfrutar todo lo bueno (y lo malo) que venga en tu camino.
Posiblemente me quisiera, vaya uno a saberlo, pero lo cierto es que tenía una habilidad especial para herirme.
Esta frase de Mario Benedetti nos hace reflexionar sobre nuestro entorno. Y es que muchas veces las personas que tenemos a nuestro alrededor tienen la capacidad de hacernos daño (ya sea de forma inconsciente o voluntaria) porque amamos con las puertas abiertas de nuestro corazón y eso en muchos casos nos vuelve vulnerables.
Está en nosotros la capacidad de comunicar con nuestro entorno aquellas cosas que nos hieren o nos hacen mal para intentar cambiarlo y que se puedan sanar las heridas, pero es importante saber que no somos el saco de boxeo de nadie y que no tenemos por qué aguantar los golpes emocionales de nadie.
No podemos querer a alguien que no nos valora y nos hiere de forma recurrente, por eso mismo recuerda que siempre puedes cambiar tu entorno, tal vez no drásticamente, pero siempre se pueden hacer pequeños cambios para alejarte de situaciones tóxicas que no te estén haciendo bien.
No eres un árbol, tienes la capacidad de moverte y encontrar un entorno donde te sea favorable desarrollarte para encontrar la mejor versión de ti mismo o misma.
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