Platón: La civilización es la victoria de la persuasión sobre la fuerza.
Durante muchos siglos, la humanidad ha tenido que recurrir a la fuerza para conseguir sus objetivos. La fuerza física que siempre supone el más fuerte sobre el más débil. Una parte de la humanidad ha sometido a la otra parte de la humanidad que ha sido derrotada, sometida por la fuerza. Pero, ¿qué objetivos se consiguen realmente utilizando la fuerza? Solo se consigue imponerse, conseguir lo que uno quiere porque es más fuerte que el otro. Pero no se consigue el otro objetivo. El sometido nunca va a estar convencido de que es mejor seguir las órdenes que seguir el propio criterio. Por ello es una frase cuanto menos propia de la modernidad.
Es cierto que la furza ha funcionado siempre, pero no como alergoría o metáfora por lo general. Se utiliza la fuerza para someter a las personas, y no para convencerlas de que el poder antes que nadie en este mundo es tener paz, y la única forma de tener paz es no tener miedo de otros. Utilizar la fuerza es la forma más rápida de conseguir algo, pero no es ni de lejos la mejor forma. A largo plazo no va a conseguir que las personas cambien de opinión. La justicia y la imparcialidad nos dictan que la violencia es el fruto a donde llegamos cuando no somos capaces de utilizar la cabeza para encontrar una solución.
Se podría decir que en este aspecto, la frase de Platón es más una afirmación que un consejo o moraleja.
Inspírate con más fotos de frases:
Earl Nightingale: No abandones tu sueño solo porque te va a llevar tiempo. El tiempo va a pasar igualmente.
Theodore Roosevelt: Haz lo que puedes, con lo que tienes, donde estás
Descartes: Para saber lo que la gente realmente piensa presta atención a lo que hacen en lugar de a lo que dicen.
Descartes: La verdadera inteligencia consiste en descubrir la inteligencia ajena.
Epicteto: No son las cosas que nos pasan las que nos hacen sufrir, sino lo que nos decimos sobre estas cosas.
George López: Cuando las cosas van mal, es el mejor momento para reinventarse.
Mario Benedetti: A veces me siento infeliz sin un motivo concreto.
Marco Aurelio: Solo eres un alma que lleva un cadáver a cuestas.
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