Confucio: Se puede quitar a un general su ejército, pero no a un hombre su voluntad.
La fuerza de voluntad es lo que nos separa de los animales. Es la capacidad de refrenar nuestros impulsos, de resistir la tentación. La fuerza de voluntad es la fuerza interior que nos permite no sólo tomar decisiones, sino también llevarlas a cabo. Las personas con una fuerza de voluntad fuerte hacen valer sus decisiones frente a una fuerte oposición. Mientras que las personas con poca fuerza de voluntad capitulan ante el destino. Donde hay fuerza de voluntad, hay resolución, asertividad, persistencia, decisión y firmeza. Utilizamos la fuerza de voluntad todos los días: para resistir las tentaciones, superar la procrastinación y, en última instancia, para alcanzar nuestros objetivos. En resumen, no se puede tener éxito sin fuerza de voluntad. Para hacer lo que es correcto y bueno para nosotros a largo plazo, no lo que queremos hacer ahora mismo. La fuerza de voluntad nos da la fuerza para superar los rasgos e impulsos negativos como la inacción, la pereza, la procrastinación y las tentaciones. Es la capacidad de encontrar la energía, la motivación y la resistencia para seguir adelante incluso cuando estamos cansados y ansiosos, y una parte de nosotros busca una escapatoria.