Confucio: Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí.

Aprender de la experiencia es uno de los medios de aprendizaje más fundamentales y naturales de los que dispone todo el mundo. Todo lo que requiere es la oportunidad de reflexionar y pensar, ya sea solo o en compañía de otras personas. Nadie es inmune a los errores. Al fin y al cabo, somos humanos. Pero si nos limitamos a pedir disculpas y seguir como antes, corremos el riesgo de repetir los mismos errores. Cuando no aprendemos de nuestros errores, nos causamos un estrés innecesario a nosotros mismos y a los demás, y nos arriesgamos a perder la confianza de la gente en nosotros. En este artículo, veremos cómo asegurarnos de que asumimos esas lecciones y utilizamos lo que aprendemos. No se puede aprender nada de un error hasta que se admite que se ha cometido. Así que respira hondo y admite el tuyo, y luego hazte cargo de él. Informa a los que tienen que saberlo, discúlpate y diles que estás trabajando en una solución. Decir «lo siento» requiere valor, pero es mucho mejor confesar que ocultar tu error o, peor aún, culpar a otros de él. A la larga, la gente recordará tu valor e integridad mucho después de haber olvidado el error original. Cuando hayas reconocido tu error, piensa en lo que podrías hacer para evitar que se repita. Por ejemplo, si no has seguido un proceso correctamente, considera la posibilidad de introducir una lista de control más sólida o un documento de proceso más claro.

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Donna Quesada: Lo que podemos cambiar son nuestras percepciones, las cuales tienen el efecto de cambiar todo.
Groucho Marx: Es mejor permanecer callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente.
Minaa B: Cuando te amas a ti mismo, tomas mejores decisiones.
Kay Lyons: Ayer es un cheque cancelado; mañana es un pagaré; hoy es el único efectivo que tienes, así que gástalo sabiamente.
Estelle Ramey: La igualdad llegará cuando una mujer tonta pueda llegar tan lejos como hoy llega un hombre tonto.
Nietzsche: La guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido.
Nelson Mandela: No hay nada como volver a un lugar que permanece sin cambios para descubrir cómo has cambiado tú.
Buda: Es capaz el que piensa que es capaz.

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