Thomas Edison: No he fallado. Simplemente he encontrado diez mil formas que no funcionan.
Después de haberlo intentado y fracasado, debes aceptar la responsabilidad de tu propio fracaso. Toca reconocer cuando no has tenido éxito, y darte cuenta de que no es tan tan grave. Asegúrate de que las piezas de su fracaso han sido recogidas suficientemente, que has entendido los fallos y dónde debes trabajar más la próxima vez. Entonces, recuerda tus éxitos pasados para aumentar un poco tu motivación, y toma una decisión. Olvida el pasado y céntrate en el futuro. Decidas lo que decidas, debes tener las cosas claras. La primera forma en que las personas resilientes se recuperan del fracaso es siendo honestas consigo mismas. No intentan endulzar el hecho de que han fracasado. No intentan utilizar palabras más suaves para ayudar a disminuir el impacto de ese fracaso. No pasa nada por fracasar. El fracaso genera creatividad, motivación y tenacidad. Cuanto más a menudo se sortea el fracaso con éxito, más fuerte y resistente se es. Todas estas lecciones acaban aumentando tu nivel de confianza y autoestima. El fracaso también puede enseñarte muchas lecciones importantes sobre los demás. Es importante mantener la concentración y el hambre. Planificar para el fracaso hace que sea más fácil seguir adelante. La preparación puede ayudar a suavizar el golpe en caso de que su empresa se estrelle.