Sun Tzu: El supremo arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar.
Se trata de ingenio, de tácticas, de inteligencia, experiencia, sabiduría, e incluso de manipulación. La violencia, la muerte, la sumisión física no es más que la última alternativa cuando se agotan las ideas y las personas no son lo suficientemente valientes para pensar en otra solución. Un general sabio guiará a su ejército con estrategias tras reflexionar profundamente en la mejor jugada. Contar con el factor sorpresa y espías, entre otros, para evitar muertes de un bando y de otro, es lo que denota la experiencia, más que la brutalidad en el campo de batalla. Quien anhela derramar sangre, no sembrará más que el caos y no recogerá más que pérdidas. Una sola muerte evitada es un principio de victoria. Acorralar a un enemigo de manera que evites cualquier lucha o derramamiento de sangre, será siempre la solución más sabia.