Ovidio: El goteo del agua hace un hueco en el agua, no por la fuerza, sino por la persistencia.
Una sola gota de agua no tiene la fuerza para formar un río, una sola gota no tiene el peso para crear un manantial. Es el constante goteo, la unión de una gota tras otra la que forma el camino y al final crea su hueco. Funciona igual en todos los aspectos de la vida humana. No vas a conseguir toda la masa muscular del mundo por levantar hoy grandes pesas. Lo que realmente vale es que todos los días hagas algo, que seas parte de ese goteo constante para crear lo que tienes mente. Una gran tormenta de uno o dos días creará grandes inundaciones y problemas, como podrían ser las agujetas después de un entrenamiento intensivo aislado, que al final se acabará secando. Piensa en todo lo que hagas, en el proceso para conseguir tus objetivos como un goteo. Realiza tu goteo del día, ya sea hacer deporte, leer cinco páginas de un libro, escribir algo en un diario, aprender unas palabras de un idioma, etc. Un esfuerzo al día que te ayude a crear ese hábito, a que tu rutina se haga hueco en tu día a día hasta que forme parte de ti y hayas aprendido, acercándote cada vez más a tu objetivo.