Nietzsche: El mundo real es mucho más pequeño que el mundo de la imaginación.
Como seres humanos, nos gusta mucho poner nuestra cabeza a trabajar en escenarios que planteen situaciones que se puedan plantear en un futuro con el propósito de prepararnos para la misma. si conseguimos visualizar una situacion complicada, seremos capaces de encontrar la forma más óptima de proceder. El problema es que esto es solo en la teoría. En la práctica, nuestra mente tiene a darle más peso a situaciones basadas en nuestros traumas y experiencias pasadas y suele plantear escenarios pesimistas basados en el miedo, la incertidumbre y en el «va a pasar lo peor». El problema con esto es que nos terminamos creyendo que lo que pasa en nuestra imaginación es real, y nos termina provocando sentimientos reales, aunque ese escenario de nuestra imaginación es totalmente falso y simulado. Por eso mismo no hay que darle a nuestra imaginación la rienda suelta para hacernos sentir y experimentar sufrimiento de situaciones que no son reales. Es verdad que en muchos casos la realidad supera a la ficción, pero no debemos de montar películas en nuestra cabeza ante cada situación que la vida nos pone delante, normalmente la vida es mucho mas sencilla de la que nosotros la visionamos en nuestra imaginación.