Mario Benedetti: Después de todo, la muerte solo es un síntoma de la vida.
Esta frase es muy estóica sin duda. En este caso Mario Benedetti hace referencia al famoso memento mori de Marco Aurelio, donde se nos recuerda que la vida es finita y que la muerte es inevitable. Pero esta realidad aparentemente tan cruda y dura de asimilar es en realidad una bendición ya que nos recuerda cada día que la vida es finita y hay que sacarle el máximo provecho posible, porque solo tenemos una y en el momento en que morimos se acaba. Por eso mismo, después de todo, la muerte solo es un síntoma de la vida. Aprovecha tu vida, no te la tomes tan en serio y haz las paces contigo mismo, vive tu vida con tranquilidad y con la certeza de que en cualquier momento puede ser arrebatada de tus manos. Solo entoncés aprenderás a disfrutar todo lo bueno (y lo malo) que venga en tu camino.