Margaret Wheatley: Sin reflexión vamos a ciegas en nuestro camino, creando más consecuencias no deseadas y sin lograr nada útil.
La reflexión te ayuda a desarrollar tus habilidades y a revisar su eficacia, en lugar de seguir haciendo las cosas como siempre las has hecho. Se trata de cuestionar, de forma positiva, lo que se hace y por qué se hace y decidir si hay una forma mejor o más eficiente de hacerlo en el futuro. La reflexión da al cerebro la oportunidad de detenerse en medio del caos, desenredar y ordenar las observaciones y experiencias, considerar múltiples interpretaciones posibles y crear un significado. Este significado se convierte en aprendizaje, que puede servir de base para futuras mentalidades y acciones. El aprendizaje reflexivo es una forma de permitir a los alumnos dar un paso atrás en su experiencia de aprendizaje, ayudándoles a desarrollar su capacidad de pensamiento crítico y a mejorar su rendimiento futuro analizando lo que han aprendido y hasta dónde han llegado. Pensar de forma reflexiva significa tener una visión global y comprender todas sus consecuencias. No significa que te limites a escribir tus planes futuros o lo que has hecho en el pasado. Significa tratar de entender realmente por qué hiciste lo que hiciste, y por qué es importante.