Confucio: Uno que no sepa gobernarse a sí mismo, ¿cómo sabrá gobernar a los demás?
Terminar siempre una conversación, llegar tarde, procrastinar,… Todos estos son signos de dificultad para regular y modular su mundo emocional interior. Ninguno de nosotros es perfecto. Todo el mundo se desboca a veces, o se pierde en sus propios pensamientos y sentimientos. Pero muchas personas tienen dificultades para “mantenerse en su sitio”. Y por muy comprensibles o explicables que sean estas reacciones, hay una consecuencia inevitable para otras personas en sus vidas. El autocontrol es la capacidad de regular y alterar sus respuestas para evitar comportamientos indeseables, aumentar los deseables y alcanzar objetivos a largo plazo. Las investigaciones han demostrado que poseer autocontrol puede ser importante para la salud y el bienestar. Objetivos comunes como hacer ejercicio con regularidad, seguir una dieta equilibrada, ser más productivo, abandonar los malos hábitos y ahorrar dinero son sólo algunas de las ambiciones que merecen la pena y que suelen requerir autocontrol para ser alcanzadas. Cuando las personas no pueden modular sus propias ansiedades e inseguridades, las opciones y prioridades de uno de los miembros de la pareja se sacrifican en el altar de los miedos del otro, ya sea que esas opciones sean un nuevo bebé, un nuevo trabajo, etc. También temes que si tu pareja no te necesita, porque puede cuidar de sí misma, entonces no te querrá ni te elegirá. Esto te hace temer que tu pareja sea más autónoma emocionalmente, tanto como lo temes en ti mismo.