Buda: Si no cambiamos de dirección, podemos terminar donde empezamos.
La vida no es nunca una línea recta, el progreso no es lineal. Cuando tomamos una decisión, normalmente seguimos un patrón fijo. Pero la vida se interpone, y rara vez los planes salen tal y como esperamos. Lo más común es que nos encontremos con mil imprevistos que nos obliguen a improvisar. Es importante estar abiertos a cambios, aceptar esos cambios de planes forzados que nos exige la vida para poder conseguir nuestras metas. Es más, son muchas las ocasiones en las que incluso la vida se interpone hasta tal punto que tenemos que cambiar nuestras metas. Y no pasa nada. Si no tuviésemos que cambiar nunca el rumbo, probablemente hay algo que estemos haciendo mal.