Buda: La bondad debe convertirse en nuestra forma natural de vida, no en la excepción.
A menudo es necesario pararse un momento a pensar en el curso que están tomando nuestras acciones y decisiones. No podemos controlar lo que hacen los demás, pero puedes controlar lo que haces tú mismo. Actúa siempre intentando hacer el bien para ti y para los demás, predica con el ejemplo. La bondad debería gobernar y no llamar la atención por brillar en comparación con el resto de maldad con el que muchas personas se dejan guiar.