Aristóteles: El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.
Los hombres sabios no siempre guardan silencio, pero saben cuándo hacerlo. Debe ser uno de los mayores retos de la humanidad: mantener la concentración en el mundo acelerado y tecnológico en el que vivimos. La sobrecarga de información, un fenómeno común, la sobrecarga de trabajo otro. Las personas sabias son conscientes de su propia ignorancia, de la complejidad de los temas y de la necesidad de matizar los puntos de vista, por lo que dedican menos tiempo a explicar lo que saben y más a escuchar humildemente para aprender lo que no saben. Sin embargo, escuchar más no significa necesariamente hablar menos. El silencio es un don precioso. Cuando nos permitimos callar, sin necesidad de forzar las conversaciones, es cuando podemos escuchar nuestra voz interior, nuestra intuición. El silencio es el sueño que alimenta la sabiduría. Quien no entienda tu silencio, probablemente no entenderá tus palabras. Darse cuenta de lo mucho que no se sabe y la humildad que conlleva es un verdadero signo de inteligencia. Cuando empiezas a reconocer lo mucho que no sabes, es mucho más probable que escuches y observes, en lugar de decir lo que crees que sabes.
Rosa Rugama
08/02/2023 @ 03:59
me gusta mucho esas reflexiones
Rosa Rugama
08/02/2023 @ 04:01
Exelente reflexiones ayudan a pensar lo que podemos y lo que no debemos haser
Claridad Mental
08/02/2023 @ 10:01
Muchas gracias Rosa!