Lecciones de "La sociedad de la nieve"

Seguramente has oído hablar de la película "La sociedad de la nieve" basada en hechos reales, donde el vuelo de un equipo Uruguayo de rugby hacia Chile terminó estrellándose en los Andes.

Este desastre marca el comienzo de una inimaginable prueba de supervivencia para los 16 supervivientes, en un entorno donde la comida y el abrigo son casi inexistentes, y las temperaturas son extremadamente bajas.

Aislados del mundo, sin esperanza de rescate inmediato, los supervivientes se enfrentan a desafíos físicos, psicológicos y morales que desafían los límites de la naturaleza humana.

Luchan contra el frío extremo, las avalanchas, y la amenaza constante de la muerte.

Con escasos suministros y enfrentados a la dura realidad, toman la controvertida decisión de recurrir al canibalismo de los fallecidos para sobrevivir.

Pero tu todo eso ya lo sabes porque si no has visto la película, seguro que has visto memes de la película, que aunque un poco grotescos, tienen bastante gracia 😆

Por aquí te dejo algunas de las lecciones que me he llevado al ver la película

Lecciones de "La sociedad de la nieve"

Resiliencia y Esperanza

Tras el accidente, los supervivientes se enfrentaron a un ambiente hostil y a la falta de alimentos y refugio adecuado.

A pesar de estas condiciones extremas, se adaptaron utilizando los restos del avión para protegerse del frío y buscando formas innovadoras de obtener agua y alimentos, demostrando una notable resiliencia frente a la adversidad.

Para ellos, el obstáculo era el camino.

Todos sabían que obviamente estaban en una situación jodida, pero en mayor medida asimilaron las circunstancias y remaron en la misma situación.

Sabían que la muerte los estaba abrazando, y con mucha templanza, se daban permiso entre ellos para alimentarse en el caso de que murieran.

Todo un recuerdo a una de las máximas estoicas: memento mori

Metas que Salvan Vidas

Un ejemplo de cómo se establecieron metas pequeñas fue la decisión de organizar expediciones para buscar ayuda.

Sabían que alcanzar la civilización sería un desafío enorme, pero se centraron en metas más inmediatas y manejables, como alcanzar la cola del avión para recuperar la batería del radio o escalar una montaña cercana para evaluar su ubicación.

Por desgracia, tuvieron que seguir durante un mas tiempo del esperado allí arriba y decidieron ponerse como objetivo salir de allí andando, literalmente.

Pero estaban muy débiles, así que tuvieron que, durante unos días, prepararse para poder ejecutar esa tarea tan difícil. Las personas que iban a emprender la caminata estuvieron entrenando y comiendo más que el resto para tener una dosis extra de energía, muy necesaria para emprender el camino por las montañas.

El Poder del Equipo

Una de mis frases favoritas dice: Si quieres ir rápido, camina solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado.

Los sobrevivientes se organizaron para racionar alimentos, mantener la moral y cuidarse mutuamente.

Cuando algunos miembros del grupo estaban demasiado débiles o heridos para realizar tareas, otros tomaban la responsabilidad.

Esta colaboración fue crucial para su supervivencia y muestra la importancia del trabajo en equipo bajo presión extrema.

Todos aportaban su granito de arena.

Calma estoica en el Caos

Frente a la tragedia y la desesperación, los sobrevivientes practicaron una forma de estoicismo.

Mantuvieron la calma y se centraron en lo que podían controlar, como la administración de sus recursos y la planificación de estrategias de supervivencia, en lugar de ceder al pánico o la desesperación.

A pesar de saber que las posibilidades de rescate eran escasas, los sobrevivientes mantuvieron la esperanza de ser encontrados.

Esta esperanza se vio fortalecida por momentos de alegría y camaradería, como celebrar cumpleaños o compartir recuerdos, lo que les ayudó a mantener una actitud positiva frente a la adversidad.

Es muy importante mantener la calma en todo momento, pero mucho más en situaciones tan extremas, ya que sin esa "mente fría" se pueden llegar a perder los papeles con facilidad, y eso provocaría un caos del que ninguno hubiera salido vivo.