Cómo gestionar el estrés
Gestionar el estrés no es tan sencillo como puede parecer. Muchas veces no nos damos cuenta de lo estresados que estamos hasta que es demasiado tarde y la bola de nieve se ha hecho muy grande.
Todos tenemos un mal día de vez en cuando, bien sea en el trabajo, en casa, en la universidad o donde quiera que vayamos. A veces se debe a que nuestro rendimiento no fue el que otros esperaban o porque tuvimos una discusión con un compañero.
En fin, las posibilidades son interminables. Después de un día como este, ¿Tienes un lugar donde ir o un hobby para soltar todo, respirar profundamente y volver a empezar?
En eso consiste poner en práctica el estoicismo, descubrir una manera para dar una pausa, esperar y obtener una perspectiva más amplia de los problemas.
Independientemente del estilo de vida que llevemos, siempre habrá una fuente de estrés proveniente de cualquier parte.
Incluso, si tu trabajo es aquel que soñaste toda tu vida, siempre generará su grado de estrés. ¿Cómo lidias con todo esto?
¿Tienes algo que sea exactamente lo opuesto? Algo que te ofrezca una conexión más profunda y más grande.
Todos lo necesitamos y es preciso cultivarlo, practicarlo y desarrollarlo. De otro modo, es como si viviéramos la vida a 100 kilómetros por hora sin parar, lo que eventualmente terminará por superarte.
Cómo gestionar el estrés según Churchill
La apasionante vida de Winston Churchill, primer ministro británico durante la Segunda Guerra Mundial, tuvo que haber estado repleta de estrés como la de muy pocos.
Pero Churchilll nos sigue enseñando hoy en día, no solo su liderazgo político, sino cómo manejaba todo el estrés que sin duda alguna generaba su posición.
Chartwell fue el hogar de Winston Churchill durante más de 40 años. Lo que llama poderosamente la atención es que era una casa de campo, alejada de la ciudad.
Allí Churchill tenía su rutina: alimentaba sus peces, escribía poesía, iba a nadar, tenía un estudio donde pintaba, etc…
En otras palabras, en Chartwell tenía tranquilidad. Este es un simple ejemplo de que tener un lugar fuera de la ciudad y estar rodeado de la naturaleza era una fuerte razón por la cual se mantenía en serenidad.
Winston además escribió uno de sus libros más interesantes, llamado La Pintura Como Pasatiempo en Chartwell. En él explicó que lo más importante que una persona pública podía tener era un par de buenos pasatiempos.

Gestionar el estrés mediante hobbies: Ejemplos de personajes históricos
Otros ejemplos importantes en la historia de los que conocemos sus pasatiempos son:
- Marco Aurelio: Apasionado por la caza.
- Séneca: Señala en sus escritos todos los pasatiempos que las personas disfrutan. En su caso era la escritura. Si bien no era un experto cuando se trataba de escribir, lo cierto es que lo hacía por entretenimiento y así llegó a realizar trabajos impresionantes.
- Sócrates: Tocaba la flauta como hobby y además le gustaba jugar con los niños de su comunidad. En parte se conoce gracias a la propia escritura de Séneca.
El poder de los pasatiempos es inmenso. De hecho, Séneca, quien es el que profundiza un poco más acerca de este tema, explica cuan fácil es quebrar una mente saturada de trabajo. Sin embargo, un pasatiempo ayuda a trabajar otras partes de la mente y permite descansar.
Un buen lugar para despejarse son las casas de campo, una granja, tal cual lo hizo Winston Churchill durante tantos años.
Venir un par de veces a la semana después del trabajo para reposar la mente y bajar las altas revoluciones del día a día.
Ayuda mucho alejarse un poco del ordenador, del internet, las redes sociales, del teléfono…
El propósito de un buen hobby
Desempeñarse en algo nuevo, en algo que no hayas practicado jamás, una actividad positiva, también viene bien para aprender cosas nuevas. Y es eso lo realmente importante, aprender.
No está mal ser malo en algunas tareas y quizás, así como pasaba con Séneca, que no era un gran escritor, igual sirve para aprender y mejorar. Ese es el punto.
Aristóteles decía que la pregunta principal era cómo aprovechábamos nuestro tiempo libre.
Por su parte, el poeta Ovidio, un personaje en el que los Estoicos también se fijaban, decía que “lo que hacemos en nuestro tiempo libre, revela quiénes somos como personas.” Ciertamente, hay mucha verdad en su opinión.
Una gran pregunta que cualquier estoico te haría es, ¿Qué haces en tu tiempo libre? Si la respuesta es que solo trabajas, no solamente se trata de un hábito poco saludable, sino que además eres una persona poco interesante y hasta aburrida.
En este sentido, los filósofos del estoicismo eran muy completos, por decirlo de alguna manera.
Resumiendo mucho: La mejor forma de gestionar el estrés es mediante actividades que no tengan nada que ver con la fuente de estrés principal.
Es bueno probar y ser habilidoso en más de una cosa, seguir intentando mejorar, aprender más sobre distintos campos, experimentar, asumir riesgos.
Esos son los ingredientes que hacen que nuestra vida sea más disfrutona y menos estresante
