Cambia tu mentalidad para ser feliz
Cambio de mentalidad: Niveles de felicidad
Para aplicar los consejos en la vida diaria para ser más felices, primero deberíamos dividir un poco los niveles de felicidad de manera realista.
Por una parte está el cómo te estás sintiendo ahora mismo. Quizás más que felicidad es el estado de ánimo, si estás contento o no, pero metámoslo en esta categoría.
Por otro lado hay que tener en cuenta cómo te has estado sintiendo «últimamente», en los últimos días o semanas. Esto puede afectarse en época de exámenes o trabajo más duro, si te ha sucedido algo que te ha afectado para bien o para mal.
Y finalmente y lo que más cuesta identificar, el saber si eres feliz en general en tu vida. No ahora ni ayer, si no en general.
No puedes hacer nada para aumentar tus niveles de felicidad general, no puedes pasar de ser una persona en un punto medio o bajo a ser muy feliz ahora mismo y para siempre, es obvio.
Pero sí que puedes controlar tus niveles de felicidad ahora mismo, y sobre todo, en el punto medio.
Puedes controlar tu ánimo en cada racha.
Y nosotros te damos algunos consejos sencillos pero esenciales para alcanzar la felicidad duradera.
Escribe un diario
Como ya hablamos en otro post, escribir diarios tiene infinitos beneficios para desarrollar la claridad mental, la empatía, conocerte mejor e incluso tomar decisiones.
También hablamos de que es buena idea llevar varios diarios.
Por ejemplo, puedes tener uno para escribir del pasado, presente y otro para el futuro.
En el que hablas de el pasado puedes aprender de tus experiencias. Te conoces mejor leyéndote a ti mismo y ver cómo reaccionas a ciertas circunstancias, pensar si podrías haber actuado de otra manera para llevar ese aprendizaje al futuro.
Escribiendo sobre el presente, entiendes mejor lo que pasa en tu cabeza.
En los malos momentos te desahogarás de la rabia y tristeza. Además, puede que escribiendo veas más claro que las cosas no son tan graves como las imaginas en tu mente.
Haciendo listas de pros y contras puedes tomar mejores decisiones que te ayudarán a ser más seguro en el futuro.
Escribir del futuro es lo que te produce motivación.
Te ayudará a tener tus metas claras, objetivos que cumplir, un motivo por el que seguir esforzándote en el día a día.
Deja de quejarte
Quejarte de lo que te sucede solo te mantiene en una mentalidad estanca.
La negatividad de la queja no te va a sacar de ese problema.
Más bien, deberías tomártelo como un desafío para volver a empezar.
Procura evitar el impulso de quejarte de las cosas y poco a poco dejarás de verlo tan oscuro.
Al empezar puede parecer algo incómodo, como que te censuras al callarte, pero en poco tiempo dejará de salirte.
Sé agradecido
Puedes sustituir esas quejas por gratitud.
Cuando estás enfadado esto puede ser un poco demasiado zen. Normalmente no te apetece respirar hondo y sonreír hacia algo que te ha salido mal, seamos realistas.
Por eso ser agradecido con la vida es una de las tácticas más difíciles de dominar.
Nos cuesta mucho conformarnos con lo que tenemos y conseguimos porque damos cosas por sentado. Cuando no conseguimos lo que queremos, nos frustramos, nos quejamos, y no vemos más allá.
Por eso recomiendo escribir cada día al menos tres cosas por las que estás agradecido.
Piensa en cosas que podrían no estar ahí o no haber pasado. Qué habría sido de ti entonces.
Poco a poco lleva esta práctica a otros momentos del día.
Cuando estés harto de estudiar o trabajar, piensa qué sería de ti si no estuvieras haciendo lo que haces. Quizás estarías dando tumbos sin rumbo, sin ganar conocimiento o un sueldo, perdido y agobiado por el futuro.
Detrás de cada desgracia siempre hay algo por lo que estar agradecidos.
Intenta dirigir tu atención hacia lo bueno de tu día. Tendemos a darle demasiada importancia a lo malo y demasiada poca importancia hacia lo positivo.
Dentro de cada circunstancia, tú puedes elegir tu reacción y cómo te afecta.
Meditar
Muchas personas son bastante escépticas con la meditación.
Hay personas que no creen en sus beneficios, pero hay otras que se esconden en esa idea solo porque no son capaces de estar a solas con sus pensamientos.
Precisamente, meditar se trata de controlar tus pensamientos.
Piensa que la mente es como un músculo. Probablemente las primeras veces que intentes meditar sea una odisea mental en la que no pares de pensar. Tu mente no quiere ser controlada, y va a intentar convencerte a ti mismo de que no sirve para nada.
Tómatelo como un pequeño reto. Intenta ponerte una media hora cada día durante una semana para darle una oportunidad. Juzga tú mismo los avances.
Ahora, las personas que son capaces de ir controlando sus pensamientos a la hora de meditar, han conseguido la herramienta más poderosa de todas. El control mental.
En silencio y con los ojos cerrados es relativamente sencillo controlar tus pensamientos.
La meditación tiene 2 objetivos:
El primero es que te relajes después del estrés de todo el día. Que tengas un momento de paz para respirar.
Y el segundo va un paso más allá. Se trata de entrenar tu mente para la batalla. Se trata de aplicar este control mental en momentos de furia, de frustración, de estrés. Con la práctica, irás controlando tus emociones y reacciones ante los inconvenientes de la vida.
¿Cuál es el beneficio?
El primero es que no sufrirás innecesariamente, y el segundo es que tomarás decisiones más acertadas. Una persona que no es capaz de controlarse ante los reveses de la vida reaccionará de manera irracional y exagerada. Esto crea problemas posteriores, entre ellos el arrepentimiento.
Positividad
Recuerda ser amable y empático contigo mismo.
Especialmente cuando las cosas se ponen difíciles, es importante que te repitas algunas afirmaciones positivas y motivacionales.
No hay ningún mal en leer frases positivas o motivacionales.
Nuestro cerebro funciona del mismo modo que cuando éramos pequeños, si te repiten que el color azul se llama azul, al final lo interiorizas.
Lo mismo con las afirmaciones positivas. Trata de rodearte de positividad.
Cuando aparezca un pensamiento intrusivo negativo, intenta reformularlo de manera que te haga ser más productivo y más feliz.
Ten en cuenta que la negatividad nunca trajo nada bueno a nadie. Ser positivo también es ser fuerte.
Las buenas vibras siempre traen buenas cosas.