Cambia de carrera
¿Necesitas cambiar de carrera?
Elegir una carrera es una decisión que determina a dónde queremos ir y cómo vamos a llegar.
Si no disfrutas de lo que haces, tu trabajo o estudio te aburre o sientes que no es para ti, quizás estés pensando en hacer algo diferente.
Cambiar de carrera tiene un impacto en tu vida personal.
Sabes que quieres ese cambio porque no te gusta dónde estás, pero da miedo.
Da miedo porque no tienes garantías. Porque tienes que tomar otra ruta desconocida.
Cómo dar el paso
Cambiar una carrera es un proceso lleno de estrés y puede ser desalentador.
Hasta la persona más segura de sí misma pasa por esto.
Estás dejando tu zona de comfort, tu terreno ya conocido para pasar a lo desconocido en busca de algo mejor.
Y así debería ser. La vida es demasiado corta. Si no te gusta dónde estás, muévete. Siempre.
Ahora te ofrecemos algunos pasos a seguir para controlar mejor toda la situación y tener más confianza a la hora de tomar tu decisión.
Sigue estos consejos para que el camino sea satisfactorio y sin arrepentimientos.
Pregúntate a ti mismo
Antes de hacer ningún cambio en tu vida, debes comunicarte contigo mismo.
Debes conocerte mejor. Averiguar qué quieres en la vida.
De nada sirve avanzar si no sabes hacia dónde vas.
Tan importante es tener una velocidad de movimiento como una dirección.
Por dispuesto que estés a cambiar, no sirve si no sabes cuáles son tus objetivos.
Haz una lista de carreras. Investiga a fondo aquellas que te llamen la atención. Elimina las que no. Identifica bien tus oportunidades.
Ahora, ¿cuáles son tus requisitos para disfrutar de lo que haces?
Quizás sea tener flexibilidad de horario. Trabajar desde casa. Trabajar en equipo. Saber que contribuirás a hacer el mundo mejor.
Descubre tus prioridades antes de tomar decisiones.
Intenta buscar una carrera que cumple tus requisitos con oportunidades.
Debes estar abierto a aprender cosas nuevas. Quizá tu nueva meta te exija prepararte en algo nuevo para ti. Recuerda lo que quieres y reflexiona sobre si merece la pena. Si has escogido bien, la respuesta será positiva.
Enumera tus habilidades
Si sigues inconcluso sobre la carrera a la que te quieres dedicar, escribe cuáles son tus habilidades.
Intenta ser funcional, pragmático.
Si se te da especialmente bien la informática, es buena idea empezar buscando por ese campo.
Busca reutilizar aquello que se te da bien. Así te facilitarás la transición.
Si aquello que se te da bien y disfrutas está relacionado con algún tipo de arte, infórmate sobre qué puedes hacer para aprovechar esta capacidad.
Sin embargo, mantén tu mente abierta. Puede que aquello que persigues no tenga nada que ver con aquello a lo que estás acostumbrado.
Puede que tengas que aprender algo de cero, empezar de nuevo.
Acepta que está bien. Solo tienes una vida, así que vive la tuya. Puedes empezar de cero cuando quieras.
Infórmate más allá
La preparación de una carrera no es siempre una fiel imagen del futuro tras de ella.
Un científico que ha estudiado biología no siempre va a trabajar en lo que le gusta.
Un arquitecto no va a diseñar siempre edificios increíbles.
Un actor no va a actuar en películas famosas.
La realidad es que las carreras te preparan de manera muy general.
Para saber a dónde te va a llevar una carrera que te llama la atención de verdad, infórmate más allá de un plano de estudios.
Habla con personas que hayan acabado hace unos años.
Escucha sus anécdotas. Aprende si es lo que se espera o no. Pregunta sobre las opciones tras acabar.
Cuando empezamos una carrera siempre imaginamos el escenario más ideal. Nos imaginamos haciendo aquello que creemos que disfrutaríamos más.
Todos los trabajos implican muchas otras tareas de las que no se habla.
Casi todos los trabajos conllevan papeleo. Conllevan llegar a acuerdos con otras personas.
Habrá cosas que no esperábamos que nos gusten y que no.
Solo las personas que ya han pasado por ahí te exponen a la realidad del futuro de tu carrera.
Pero recuerda, ningún trabajo será satisfactorio todo el tiempo. Es una utopía.
Estarás mucho más satisfecho con tu decisión si preparas el terreno antes de empezar y eres consciente de lo que te espera. Para bien y para menos bien.
Planificación
Sería muy bonito avanzar en línea recta hacia nuestros objetivos.
Pero nada en la vida funciona así.
Una vez tengas clara tu dirección debes planificarte para saber dónde estás y cuánto va a costarte llegar hasta donde quieres estar.
Tu recorrido: valles y colinas.
A veces tendrás que bajar una colina para después subir otra.
Descender no es dar un paso atrás.
Por ejemplo, si en tu trabajo ganas un sueldo y nos ofrecen un nuevo trabajo que nos gusta más pero nos pagan menos, cuesta aceptarlo.
Establecemos una relación entre el salario y nuestra autoestima. Si no se cumplen esas expectativas, no lo valoramos.
Esto es un error.
Recuerda que estás en un proceso, y no es un paso atrás. Ganarás menos al principio, pero recuerda que estás empezando. Y después toca escalar.
Recuerda: se requiere un esfuerzo real para obtener un cambio sostenido.
Necesitas un buen planning pero no solo para el final. Para todo el proceso.
Necesitas un mantenimiento tanto económico como emocional para el reto de empezar una nueva carrera. Seas estudiante o trabajador.
Busca el sustento que necesitas. También necesitas el apoyo de tus personas más cercanas.
Comunícate, expresa tus deseos y tus ganas. Quienes te valoren de verdad, te empujarán a cumplirlo.
Apuesta por tu futuro
Tras toda la investigación, análisis de habilidades, prioridades y planificación, has llegado a una decisión.
Te proponemos un experimento mental final.
Imagina que tienes un dinero ahorrado. Lo tienes en físico.
¿Lo apostarías por la carrera que has elegido?
También puedes usar esto si no te decides entre dos carreras. Imagina cuánto apostarías por cada una. Cuál te da más seguridad, cuál te llama más.
Es un último truco cuando estás casi seguro de tu decisión. Esto te hará darte cuenta de lo que quieres de verdad.
Las probabilidades que se inventa tu mente no sirven para decirte si saldrá bien o no.
En toda carrera y cambio profesional hay muchos vaivenes.
No hay garantías. Nadie te asegura de que haya una opción correcta.
Escojas lo que escojas, habrá dificultades y decepciones.
Lo importante es que al final del día sigas pensando que merece la pena.
Conclusión
Tu carrera puede ser la mitad de tu vida.
Es lo que probablemente te aporte sustento, y a lo que probablemente aplicarás mucho esfuerzo.
El campo profesional nunca se queda ahí. Siempre se mezcla con lo personal, porque es donde nace.
No te conformes con lo que tienes si no te hace feliz.
Sigue todos estos pasos para asegurarte de que llegas a algo de lo que no te vas a arrepentir.
El resultado será que llegarás a ser lo que querías ser de verdad.