3 Hábitos para desarrollar la claridad mental
Hábitos para la claridad mental
Hay días en los que, sin motivo aparente, estamos especialmente lúcidos.
Somos más productivos trabajando, más elocuentes hablando y más interesantes escribiendo.
Por algún motivo nuestras neuronas tocan el cielo de la claridad mental.
Después de esta maravillosa experiencia que nos deja buen sabor de boca, viene la frustración.
¿Cómo puedo conseguir este potencial con más frecuencia?
Cómo conseguir claridad mental
Antes de nada, debes saber que no hay una llave maestra para desbloquear nuestro cerebro.
Pero sí hay algunas cosas que puedes hacer para ayudar a eliminar la niebla mental que no nos permite estar tan lúcidos y espabilados en el día a día.
Puedes servirte de nuestros artículos sobre productividad para ir más a fondo.
Recuerda que indagamos a fondo temas como el descanso, cómo saber si de verdad estás durmiendo tanto como crees, etc. Esas serían las bases.
Pero además, te ofrecemos otros consejos.
Estimulación gradual
Piensa en qué es lo que haces al levantarte.
Si nada más despertarte coges el móvil y miras todas las redes sociales y hablas con tus amigos, recibes un bombardeo de estímulos entretenidos y placenteros.
Has visto noticias increíbles en Twitter, has visto un video muy gracioso, te has enterado de algo hablando con un amigo, etc.
Todo lo que hagas después de esto te parecerá pesante.
Por ello, la solución es la estimulación gradual.
Cuando te despiertes, te asees y desayunes, ponte a trabajar. Lee mientras desayunas o mira por la ventana, pero no hagas nada demasiado estimulante. Así, cuando empieces a trabajar te llamará mucho más la atención, porque es más entretenido que lo anterior.
Organiza tus estímulos a lo largo del día de manera gradual. Te sentirás mucho más espabilado.
Anota todos tus pensamientos
Lo llamaremos «descarga cerebral».
Tu mente trabaja a una velocidad que no podrías imaginar. Hay cosas que estás pensando, y eres consciente de ello, y cosas que se quedan en el subconsciente.
Recibes estímulos de sonido, olor, color, recuerdos, etc. y todo eso produce un efecto en ti.
Cuando estás tratando de centrarte en una tarea, quizás estés aplazando otras. O simplemente procrastinando.
Estas tareas ignoradas las delegas a tu subconsciente, el cual te mantiene preocupado casi sin darte cuenta.
Cuando delegas demasiadas cosas a tu subconsciente empiezas a acumular estrés y ansiedad.
Esto produce esa niebla mental que no te produce trabajar en condiciones.
¿Cómo lidiar con este problema?
Anota todo lo que tienes que hacer. Las cosas de las que te debes encargar, empezar o simplemente no olvidar.
Tómalo como una copia física de tus ansiedades. En lugar de tener una enorme lista de tareas desordenadas en tu cabeza, puedes tenerla fuera de ella, donde podrás controlarla mejor.
De hecho puedes ir un poco más allá y tratar de ordenarlas. Las que sean urgentes y muy importantes primero, y así decides cómo avanzar.
Al final del día habrás vaciado tu cabeza de preocupaciones, habrás organizado tu día y habrás empezado a ser productivo.
Atención
El consejo más fuerte de todos es poner la atención en lo que estás haciendo.
Ser capaces de pensar en el ahora. De pensar solo en lo que debes estar.
Que no te influyan los sentimientos u otros pensamientos.
Esta técnica se desarrolla con la práctica y la ayuda de los otros consejos.
Pero si eres una persona con ansiedad o pensamientos intrusivos, conseguir la claridad mental puede ser un reto aún más grande.
Por criticado que sea, te recomendamos practicar la meditación o el mindfulness.
Básicamente intentar deshacerte de ese exceso de pensamientos, de inseguridades y agobios.
Ser capaz de conseguir una mente tranquila y en blanco.
Puedes añadir una pequeña lectura, las Meditaciones de Marco Aurelio. Este gran filósofo y emperador estoico te ayudará no solo con la productividad sino en tu vida diaria.